LA CIUDAD DE LA VIRGEN
HISTORIA DE EL QUINCHE
La palabra Quinche tiene origen en la lengua Quechua, cuyo significado se compone de dos vocablos, Quin que significa Sol y Chi que significa Monte. Por tanto, apoyados en los aportes etimológicos de Manuel Moreno Mora, Quinche significa Monte del Sol.
Se comprueba al salir el sol en equinoccio de Quitoloma, lugar arqueológico preincásico ubicado sobre el Quinche, estudios arqueoastronómicos Boris Ullauri M.
En esta hermosa parroquia se pueden practicar varios tipos de turísmo como el religioso, aventura, comunitario, gastronómico con un servicio muy amable y ambiente familiar.
Si quieres conocer este lugar te ofrecemos varias opciones:
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Datos relevantes
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La imagen de esta Virgen es una escultura tallada en madera en el año 1588 por Diego de Robles.
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Está hecha en cedro y otros maderos.
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En al año 1604, se conocía como la Virgen de la Peña porque estaba ubicada en Oyacachi, pero al llegar a la Iglesia Parroquial de El Quinche tomó el nombre que conocemos hoy.
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Desde que la Virgen se colocó en la cordillera oriental sobre el Río Guayllabamba el pueblo comenzó a ser más popular.
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Los indígenas que recibieron a la Virgen la cubrieron con vestimentas de costumbres españolas, y le buscaron un buen lugar en la hendidura de la Peña.
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Se dice que el pueblo de Oyacachi quería una Virgen para que los protegiera de los ataques de los osos, entonces fue ubicada ahí entre los años 1588 y 1604 donde comenzó a ser visitada por peregrinos y romeriantes.
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Cuenta la leyenda que cuando la Virgen fue acomodada en Oyacachi miles de aves se acercaron al lugar para cantar.
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Debido a la gran afluencia de personas que visitaban el lugar, se vieron obligados a construir una pequeña Iglesia y colocaron ahí dentro a la Virgen.
Nuestra historia
En la antigüedad El Quinche era un lugar obligado de paso para acceder a la ciudad de Quito, desde este sitio se controlaba todo el movimiento desde Quito hacia el norte y viceversa.
Algunas referencias arqueológicas sobre el poblado de El Quinche reportan una considerable concentración poblacional de la zona.
Jijón y Caamaño (1914), uno de los primeros investigadores de la arqueología ecuatoriana, menciona:
”La gran cantidad de alfarería, carbones y cenizas de las fogatas, además de abundantes huesos de llamas y aves del lugar, demuestran que durante un largo lapso de tiempo, la civilización de los aborígenes de El Quinche permaneció estacionaria”.
Esto hace pensar que la zona fue ocupada mucho antes de la llegada de los incas, a juzgar por el consumo de camélidos y aves, cuyos restos se encuentran en sitios arqueológicos.
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